La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha descubierto, este miércoles, los primeros vestigios humanos de seis excombatientes republicanos en una fosa de Sena de Luna, situada en la provincia de León. Este hallazgo revela una parte trágica de la historia reciente de España, donde víctimas de la represión franquista encuentran, por fin, un lugar donde ser recordadas.
Durante los trabajos de excavación, también aparecieron algunos objetos como restos de calzado y fragmentos de tela, que estos hombres llevaban consigo en el momento en que fueron asesinados a sangre fría por la Policía del régimen en noviembre de 1937. Además, los expertos hallaron casquillos de Mauser, lo que corroboró que estas víctimas sufrieron disparos en un contexto marcado por la violencia del Golpe de Estado Franquista.
Las operaciones de búsqueda de los restos óseos se iniciaron hace poco más de una semana, a petición de varios familiares de las víctimas. Estos esfuerzos para recuperar la memoria de sus seres queridos son un paso fundamental hacia la verdad y la justicia, elementos esenciales en la reconstrucción de una historia que fue silenciada. Las autoridades encargadas de la exhumación han confirmado que los restos pertenecen a individuos como Sergio Alonso González, Laurentino Cañón Morán, Lisardo Febrero Rodríguez, Manuel Febrero Rodríguez, Lorenzo Rodríguez Martínez y Tomás Rodríguez Martínez . Todos tenían entre 20 y 40 años en el momento de su asesinato.
Estos hombres eran parte de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y fueron detenidos de manera ilegal antes de ser asesinados extrajudicialmente en su localidad natal, Casares de Arbás. La reconstrucción de sus vidas y el establecimiento de sus historias es vital para que no haya olvido, y para que las nuevas generaciones puedan aprender sobre los horrores del pasado y los valores de la justicia y la igualdad.
La semana pasada, algunos familiares de los republicanos habían compartido conmovedoras historias sobre cómo, desde poco tiempo después de que sus seres queridos fueran asesinados, sus hijas subían a dejarles flores en este lugar de memoria. Esta práctica simboliza tanto el dolor perpetuo de la pérdida como la importancia de mantener viva la memoria de aquellos que sufrieron en silencio.
El lugar donde se localizaron los restos es una zona escarpada y de difícil acceso, conocida como Paraje de Matamala, al que solo se puede llegar en todoterrenos y vehículos especiales. Este hecho hace que el proceso de exhumación y recuperación de la memoria sea aún más arduo, pero también más significativo, ya que cada esfuerzo cuenta en la lucha por el reconocimiento y la dignidad de las víctimas.
El hallazgo en Sena de Luna marca un hito importante en la tarea de la ARMH y otras organizaciones que pelean por recordar y honrar a las víctimas del régimen franquista.