Vox, el partido político de ultraderecha en España, se ha negado a identificar al banco que el año pasado les otorgó un préstamo superior a nueve millones de euros con el propósito de financiar su campaña para las elecciones municipales y generales.

De acuerdo con la ley de financiación de partidos, todos los grupos políticos están obligados a hacer pública esta información. Sin embargo, nadie del partido liderado por Santiago Abascal ha querido proporcionar claridad sobre este asunto.

Según un informe de 'El País', fuentes cercanas sugieren que la entidad que otorgó el préstamo podría ser una entidad financiera húngara vinculada al primer ministro, de la extrema derecha, Víktor Orbán.

En las Cuentas Anuales del Ejercicio 2023, Vox revela que se recurrió a dos préstamos para abordar los gastos y financiar las campañas del año anterior. El préstamo más significativo, que ascendió a 6,5 millones de euros para las elecciones nacionales del 23 de julio, fue complementado por un incremento adicional de 192.082 euros.

En cuanto a las elecciones autonómicas, la cifra asciende a 2,6 millones para las municipales. A junio, fecha de la divulgación de las cuentas, se reportó que se había amortizado un total de 1,8 millones del capital correspondiente a los préstamos para las elecciones municipales, aunque aún quedaban pendientes pagos que alcanzaban los 7.386.574 euros.

Un portavoz de Vox enfatizó a 'El País' que la información publicada en la web es la que corresponde hacer pública. Sin embargo, toda la información adicional que se encuentra en manos del Tribunal de Cuentas no será divulgada. Este enfoque ha generado críticas, dado que la ley exige que dicha información debe ser accesible al público.

La falta de transparencia en las finanzas de un partido político que aboga tanto por la españolidad, con tanta bandera, con tanto show y tanto golpe en el pecho, es una muestra evidente de lo que ocurriría si estuviesen algún día en el poder.