La DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó a Valencia el pasado 29 de octubre ha dejado un saldo devastador. Esta catástrofe natural ha sido utilizada de forma vergonzosa por ciertos sectores políticos y grupos negacionistas para propagar desinformación y manipular la opinión pública. La inquietante situación ha permitido que se promueva una gran cantidad de bulos, afectando la percepción del cambio climático y la gestión de recursos hídricos.

A raíz de la DANA, se han generado discursos distorsionados que atacan directamente a las políticas ambientales. En una reciente sesión de control, Vox aprovechó la tragedia para desgastar al Gobierno, lanzando acusaciones infundadas y teorías conspirativas. Pepa Millán, portavoz del partido ultra, fue una de las voces que se alzaron en defensa de su narrativa: "Lo que mata es haber derrumbado las presas por puro fanatismo climático". Esta afirmación carece de fundamento, ya que los hechos demuestran lo contrario.

El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, salió al paso de las declaraciones de Millán presentando datos claros y contundentes: "No se ha destruido ninguna presa en la Comunidad Valenciana en 24 años; eso ha sido un bulo". Esta respuesta pone de manifiesto la irresponsabilidad de ciertos discursos que no solo pretenden desinformar, sino que también buscan desviar la atención de las verdaderas causas de la crisis ambiental.

Pero la desinformación no se limitó solo al tratamiento de las infraestructuras hídricas. Desde sectores cercanos a Vox, se lanzaron acusaciones sin base contra la Cruz Roja, alegando que no estaban otorgando todos los productos donados a los afectados por la inundación, sino que estaban redistribuyéndolos entre migrantes. Estas afirmaciones han sido desmentidas por diferentes agencias de ayuda y organizaciones humanitarias.

La guerra de desinformación ha llegado incluso a extremos alarmantes, con la difusión de teorías que sugieren que la DANA fue provocada de forma premeditada. Algunos canales de difusión vinculados a la ultraderecha han afirmado que se atrajeron precipitaciones a través de tormentas, con la intención de desencadenar inundaciones.

La realidad es que las DANA son fenómenos meteorológicos complejos y naturales que pueden ser exacerbados por el cambio climático. Es fundamental que la información que circula sea veraz y esté basada en evidencias científicas para evitar que la población caiga en la trampa de los bulos, donde el partido político Vox se mueve como pez en el agua.

La tragedia que ha vivido Valencia no debe ser un campo de batalla para los intereses políticos de unos pocos. Desde el Gobierno y las organizaciones implicadas en la gestión de la crisis, se hace imperativo contrarrestar la desinformación con hechos y datos concretos. La ciudadanía también tiene un papel central: informarse adecuadamente.